Seguro que te sonará esta casa por el trabajo que hice en el
salón – comedor ( aquí ). Pero a parte del salón se renovaron varias estancias, entre
ellas la cocina.
Lógicamente, el mobiliario en la cocina era intocable y no
se podía cambiar ya que estaba muy nuevo, es de alta calidad, con líneas
actuales y los acabados en cristal de color verde.
Precisamente de eso es de lo que estaba cansado ya mi
cliente, del color verde. Estaba claro que los muebles no se podían cambiar ..
peroooooo … y el color????.
Como siempre, tenía que emplear la imaginación para poder
sacar partido de lo que ya teníamos y tratar de buscar elementos nuevos para
dar una imagen diferente en este espacio.
Lo normal, a lo que estamos acostumbrados es a cambiar el
color de los muebles recurriendo a la pintura, pero como en este caso los
frontales eran de cristal, era inviable. Por lo tanto, acudimos a una empresa
especializada en vinilos.
Nos hicieron tres muestras de color, porque en un principio teníamos la idea de conseguir un acabado similar al mármol blanco, dos con más o menos beta y una tercera blanca lisa.
Después de ver las pruebas, la decisión estuvo clara para mi cliente y para mí. Nos quedamos con el acabado blanco liso.
Mientras nos fabricaban los vinilos, el pintor saneó y pintó todas las paredes, decidí pintarlas de blanco ya que los armazones de los muebles eran de color gris, así como varios detalles de esta cocina, incluidos los estores enrollables de Screen que no estaba planeado cambiar porque, después de 10 años, aún estaban en perfecto estado.
Como quería aprovechar una lámpara de techo que tenía mi cliente anteriormente en el salón, le pedí al electricista que nos sacara un punto de luz encima de la mesa de la cocina.
También encargamos una colchoneta nueva con unos cojines a juego para introducir un poco más de color. Elegimos el color mostaza, igual que habíamos puesto anteriormente en el salón-comedor.
Queríamos cambiar también el cuadro que había y, pensando en los desayunos de mi cliente con sus dos hijas, nos decidimos por una secuencia de la película “Desayuno con Diamantes”, de Audrey Hepburn. Bueno, en este caso se trataba de “Las dos diamantes”, jajajaja.
Paredes pintadas, vinilos colocados, lámpara reacondicionada y en su sitio, un nuevo cuadro, colchoneta, cojines y …. Voila!!! …. Ya tenemos una cocina completamente nueva lista para ser disfrutada!.
DESPUÉS