En la mayoría de los proyectos, cambios de look o
renovaciones de ambientes, me encuentro con mobiliario que ya tiene el client@
y que tengo que respetar. Una cómoda, una mesa, sillas, sofá …… en fin! nada
nuevo, porque pensándolo bien, estos proyectos en los que tengo que poner todo
absolutamente todo nuevo, hmmmm…. Creo que son contados en una mano.
Pero en el proyecto que os traigo hoy, no sólo he tenido que
respetar algunos de los muebles de la casa actual del cliente, si no que
también mi trabajo ha consistido en intentar salvar y acoplar mobiliario
heredado, todo ello con mucho cariño y aprecio.
Ufffff…. Un desafío total, teniendo en cuenta los estilos
totalmente opuestos de las dos casas.
Líneas rectas, mobiliario totalmente moderno de la casa del
cliente y un estilo clásico de los de antes, muebles de madera lacados en
brillo, lámparas de bronce con cristal, mesas auxiliares de mármol y detallitos
varios heredados para recuperar.
Bueno, hoy te traigo imágenes del “antes” de la casa del
cliente y te cuento un poco lo que he aprovechado tanto de su casa, como de la
otra.
Del salón actual me quedé con la mesa de comedor, la que
después convertimos en mesa de centro para la zona de estar.
Los sillones de cuero blanco, los retapizamos con una tela
con motivos geométricos para conseguir un aire totalmente nuevo.
Las sillas del comedor y la lámpara del techo, las trasladé
a la cocina, a la que también le hicimos un lavado de cara.
Del mobiliario heredado, aprovechamos la alacena, una
lámpara de bronce, las mesas auxiliares, lámparas de mesa en forma de
candelabro, el tocador del dormitorio y un puf. Por supuesto, unas cuantas vajillas, copas y todo lo
que se podría aprovechar para la zona del comedor.
Yaaaaa….. la foto de la alacena asusta un poco verdad?.
Pues a mí me pasó más o menos lo mismo.
Cuando el cliente me enseñó el mueble y todo lo que quería
aprovechar, la verdad empecé a suspirar … puffffff……
Esa fue mi primera reacción, por no decir el dolor de cabeza
que me dio a la hora de dibujar el proyecto, intentando encajar todas las piezas.
Primero tenía muy claro que la distribución anterior del
salón no era para nada la más adecuada para el tamaño que tenía. Mucho espacio,
mobiliario poco adecuado para su tamaño, la zona de estar no invitaba a quedarse. El comedor
era muy frío y poco aprovechado.
Mi labor, respetar las piezas y mobiliario del cliente,
respetar mobiliario de la herencia y lo más importante encontrar el verdadero
estilo de mi cliente.
Ahora mismo me río, escribiendo estas líneas, pero a que no
sabes cuál ha sido la tarea más difícil, hmmmmm…..
Mira que mi cliente y yo nos conocemos desde hace muchos
años, pero dar con el estilo que buscaba para su casa, hacer de este salón –
comedor un espacio apetecible, confortable y muy “EL”, menuda tarea!!! jajajaja….
Cuando por fin encajamos el puzle, empezamos por pintar toda
la casa de blanco para sanear y dar más luz a todas las piezas que ya teníamos
pensadas.
Por supuesto, además del mobiliario reutilizado y el de la
herencia, he diseñado y he buscado otras muchas piezas para este proyecto.
La clave, como he dicho anteriormente, ha sido la
distribución. He diseñado el frontal de chimenea como elemento principal de esa
nueva zona de estar.
Un frontal de palillera de nogal con fondo negro mate, que
combinaría a la perfección con la biblioteca existente nada más entrar en el
salón.
Esa alacena de herencia tenía que presidir el comedor, así
que siguiendo la gama cromática que había seleccionado para el salón, decidí
pintarla en color gris.
Esa ya ha sido la tarea de los carpinteros, desmontar,
pintar, darla el acabado acordado y volver a montarla, pero ya en su nuevo
hogar.
Lo mismo hicimos con este tocador. Aprovechamos las dos cajonearas
las cuales posteriormente ubicamos a ambos lados de la chimenea, y la tapa de
mármol que llevaba el tocador la convertimos en una consola.
Está claro que aprovechamos todo al máximo jajaja….
Diseñé unos nuevos sofás para el cliente en terciopelo gris
claro, con la patita un poco más alta de lo habitual, el asiento abotonado y
unos rulos a juego.
Le gustaron mucho así que, también los pusimos en marcha, el resultado ha quedado genial!
Poco a poco el salón- comedor iba tomando forma a medida que
llegaba el mobiliario.
Si quieres ver cómo ha ido quedando todo, te invito a que
leas el siguiente capítulo ;)
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